Los hinchas más antiguos, esos memoriosos que recuerdan cada momento del Nacional B de finales de los noventa, los que forjaron su sentimiento en el barro de los sábados, gritan a destajo y cuentan 38 goles de Ezequiel Maggiolo con la camiseta de Tigre y rememoran aquel tanto ante Arsenal, el primero, en Primera B, allá por 1996. Los jóvenes, esos que se criaron en las buenas, los que conviven con un equipo de Primera, los que no conciben otra categoría, dicen que metió sus dos primeros tantos en el torneo. Pero en un punto se juntan, se abrazan y acuerdan en que de su mano, desde sus gritos, está la salvación.
Él coincidió: "Como grupo, necesitábamos la victoria. Y yo el gol, porque de eso vivo" reflexionó Maggiolo, conocedor de que todo Tigre resucitó gracias a sus conquistas de ayer. Poco más de media hora había jugado ante Racing en su debut, en su vuelta al estadio José Dellagiovana. Apenas una muestra gratis y más tiempo en el banco de suplentes que en la cancha.
Ayer, con noventa minutos por delante, el goleador hizo de las suyas: dos tantos que valen puntos y esperanza renovada para el conjunto de Victoria. "Cambió la actitud; el grupo se levantó" refirió el delantero de 34 años que había convertido su último doblete el 5 de marzo, ante Racing, por la 4 cuarta fecha del Clausura pasado y con la camiseta de Olimpo. Pero que ya convirtió tres veces por duplicado con la camiseta de Tigre. Las anteriores: en 1997, en Primera B, contra Sarmiento y Tristán Suárez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario